Oración-Meditación Para Curación Con Ayuda Del Mundo Espiritual
I. Preparativos.
Disponer
de un tiempo de entre 15 Y 20 minutos, de silencio y quietud.
Frente a ti, o a un lado tuyo, coloca un vaso de cristal con agua pura, donde se entregara medicamento.
Frente a ti, o a un lado tuyo, coloca un vaso de cristal con agua pura, donde se entregara medicamento.
II. Relajación.
Nos
sentamos cómodamente, llevando las palmas de nuestras manos sobre nuestras
piernas.
Liberamos
tensión, moviendo lentamente nuestro cuello, haciendo círculos con nuestros
hombros, tensando y distensionando
nuestra columna.
Respiramos
abdominalmente (profunda y relajadamente). Ponemos atención solo a nuestra
respiración, dejamos que los pensamientos se vayan como nubes que van de paso,
volviendo nuestra atención a la respiración.
Cuando
la mente este en quietud (después de 2 o
3 minutos), hablar mentalmente al mundo espiritual.
III. Nos comunicamos espiritualmente con el Mundo Espiritual
Sin abrir de nuestro labio, mentalmente,
hablamos a nuestros hermanos del mundo espiritual de luz:
“Hermanos
del mundo espiritual de luz, en el nombre del padre, pido su ayuda para restablecer la salud de mi cuerpo, de mi mente y de mi alma.
Se que mis pensamientos, creencias y emociones de baja vibración han
causado desarmonía y enfermedad en mi ser. Pido su ayuda para ser consciente de
esta circunstancia y poder trascenderla,
con el amor de mi corazón y la luz de mi espíritu. “
Hacemos
presente la circunstancia de salud que deseamos corregir (una sola a la vez).
Gracias
amados hermanos por atender a mi llamado, (Permanecemos en quietud y dejamos
que hagan su labor).
IV. Participamos en la curación.
Llevamos
nuestra atención hacia nuestra parte enferma, le hablamos amorosamente, la
bendecimos de varias formas: por ser parte de nuestro ser, por su salud y
bienestar, por su armonía y equilibrio. visualizamos que desde lo alto llega una
hermosa luz sanadora (por intuición tu define el color de esa luz), esa luz te
envuelve como un capullo que irradia su esplendor y su calor curativos, esa luz
esta fuera, através y dentro de ti, por la respiración esa luz llega a todas
las células de nuestro ser y a nuestra parte enferma, visualiza que esa parte
se sana y regenera.
Permanecemos
en esa visión y sensación de mejora unos minutos.
V. Accedemos a la oración de espíritu.
Desde
la esencia de mi ser, reconozco que mi mente es un centro de creación divina;
mis pensamientos, mis emociones, mis intensiones, mis palabras y mis obras
forman la realidad de mi vida.
Ahora se que, yo
soy, el creador de mi perfecta salud.
Yo soy, el proveedor
de mi abundancia y prosperidad,
Yo soy el constructor
de mi paz,
Yo soy espíritu, yo
soy la luz,
yo soy el amor, yo soy perdón,
yo soy un reflejo divino.
Yo soy uno con mi Padre,
Mi padre y yo somos Uno.
Así
lo reconozco, así lo manifiesto, y doy gracias.
VI. Damos gracias.
Dejamos que hable nuestro corazón, sinceramente,
sentidamente. Cuando estemos listos,
lentamente abrimos nuestras pupilas, y recobramos nuestro movimiento habitual.
Bebemos la toma bendiciéndola.