Oración para bendecir el
agua
Previamente, prepara tu
vaso o botella de agua, en una mesa o superficie de apoyo, colócala frente a
ti.
1. Trasciende tu yo mundano, por medio de la respiración abdominal, relaja tu cuerpo y tu mente, pon atención solo a tu respiración, después de varias respiraciones profundas y relajadas, cuando estés en quietud, en el silencio, dialoga con el Padre:
“Señor, quiera tu Espíritu que está dentro de mí,
manifestarse a través de mi mente y de mis pensamientos.”
2. Frota las palmas de tus manos mediante un movimiento
circular,
3. Coloca
tus manos sobre el agua
El secreto de la oración, es
sentir: en profundo agradecimiento, amor y sintiendo que nuestro propósito ya
es.
“Padre Celestial: En este momento me unifico a Ti a
través del amor de mi corazón, pon en mi boca y en mis palabras las bendiciones
de salud, de paz y abundancia para que a través de mis manos, de mi amor y de
mi intención, transformes esta agua en bálsamo de curación.”
Agrega tu intención y propósito, puede ser por: salud,
multiplicación, paz, desalojo y armonización de tu casa, etc. Por ejemplo:
por el bienestar, la salud y la abundancia.
“Te bendigo agua de vida, de Bienestar, de Salud y
Abundancia; te poso el fluido espiritual del amor, la sanación y la multiplicación.
Te bendigo y te agradezco elemento agua, porque mitigas mi sed y me das aliento
de vida, gracias por el Bienestar, la Salud y la multiplicación, que ya son en
mi Ser.”
"Que no soy yo, sino el Padre a través de mí, Él es
quien hace las cosas."
4. Bebe el agua, sorbo a sorbo, agradece y bendice el momento.
Párrafos
Selectos del Tercer Testamento
de la Palabra del Divino Maestro
en el Tercer Tiempo
1-26-50 Discípulos amados:
Entregad el bálsamo de curación al enfermo, hacedlo con amor, con verdadera
preparación espiritual, para que logréis que el necesitado experimente el
consuelo divino.
7-204-44 Yo soy la Luz de
éste y de todos los mundos, quiero que os vistáis con esa luz. Mi palabra es
bálsamo de curación; sanaos con ella escuchándola. ¿Por qué si lleváis a
Dios en vosotros, estáis enfermos, sufrís y lloráis? Examinaos a vosotros
mismos y corregid cuanto haya que corregir, limpiad todo cuanto haya que
limpiar. Yo os dije: “Limpiad el vaso por dentro y por fuera”, o sea que
vuestro ser interior armonice en voluntad e inspiración con vuestra parte
material o humana.
8-214-24 En mi palabra os
traigo curación para vuestras dolencias; en vuestra palabra vengo a
depositar bálsamo para los enfermos; pero comprended, pueblo, que este
bálsamo no es tan sólo para el cuerpo, sino también para el espíritu, no sólo
para el que vive en el mundo, también para el que está en espíritu.
9-266-72 ¿Queréis sentir en
este instante mi bálsamo bañando vuestro cuerpo y vuestro espíritu? Penetrad
en oración, elevaos hacia Mí, purificad vuestro corazón y vuestra mente y
sentiréis el bálsamo del Doctor de los doctores.
12-339-40 Id a vuestros
hermanos como Jesús en el Segundo Tiempo, llevando antes que mi palabra, el
bálsamo y, ¿cuál es el bálsamo, oh, discípulos?, ¿acaso el agua de los
manantiales bendecida y transformada en medicina para los enfermos? No, pueblo,
ese bálsamo de que os hablo está en vuestro corazón, ahí lo he depositado
como esencia preciosa y sólo el amor puede abrirlo para que brote como un
torrente; cuando queráis derramarlo sobre algún enfermo, no serán
vuestras manos las que unjan, sino el espíritu inundado de amor, de caridad y
de consuelo, y ahí donde vosotros dirijáis vuestro pensamiento, se derramara el
bálsamo y se obrará el prodigio.
Reflexión
El bálsamo es luz, esencia
de sanación, está en el amor, en la palabra, en la intención; el bálsamo es
amor en acción y proviene del espíritu, del Espíritu Uno que se
manifiesta en la indivi-dualidad de las almas. Cuando en este proceso de
despertar espiritual, nos damos cuenta que la Divina presencia está en
nosotros, una profunda reflexión surge desde nuestro interno, trasciende
nuestra razón y nos llena de un profundo respeto y amor por la vida, por
nosotros y nuestros hermanos.
El Agua
¿Qué resulta tan fascinante en el agua? El agua es desde siempre un símbolo del alma. Se la ha considerado la materia prima de la vida. La vida se ha desarrollado a partir del mar, el feto humano se desarrolla en el líquido amniótico, el cuerpo humano está constituido por un 70 % de agua... Los ejemplos son innumerables.
El agua es también río de
vida que a través de nuestras venas recorre como sangre todos los rincones de
nuestro cuerpo, llevando oxígeno y nutrientes, a los órganos tejidos y células
de nuestros cuerpos, también acarreando los desechos de estos.
Energía del pensamiento y la palabra en el agua
1.- Algo interesante fue
que se obtuvieron resultados diferentes dependiendo del idioma utilizado. Por
ejemplo, la palabra "Thank you" en inglés (ver la foto de la
derecha), "Gracias" en castellano, evocó diferentes formaciones
cristalinas que la misma palabra en japonés.
2. El agua tomada en
fuentes y arroyos limpios de montaña, formó estructuras cristalinas más bellas
(ver foto de la izquierda del manantial de Sanbu-Ichi Yusui) en contraste con
los cristales deformados y distorsionados formados por las muestras de agua
polucionada o estancada.
3.- El agua destilada
expuesta a música clásica tomó formas delicadas y simétricas. Foto del
agua expuesta a la sinfonía Nº40 en Sol menor de Mozart. (ver fotografía a la
izquierda). - Cuando se puso la canción de Elvis Presley "El Hotel de la Tristeza",
el resultado fue que los cristales helados se partieron en dos.
4.- Cuando el agua fue
tratada con aceites florales aromáticos, los cristales tendieron a imitar la
forma de la flor original. A la derecha aparecen cristales de agua expuestos a
esencia aromática de manzanilla. De gran interés para la curación y para el
bienestar diario.
6.- Agua fotografiada tras
ser expuesta al mensaje de Amor que 500 personas le enviaron.
Cómo podemos aprender de
las asombrosas fotografías de Masaru Emoto, nuestros pensamientos y
sentimientos quedan reflejados en el agua, también aquellos pensamientos de
fracaso en sí mismos quedan igualmente representados en los objetos físicos a
nuestro alrededor. Ahora que somos conscientes de eso, quizá podamos comenzar a
darnos cuenta de que, incluso cuando los resultados inmediatos no son visibles
a los ojos humanos, ellos están ahí. Cuando amamos nuestros propios cuerpos,
ellos responden.
Cuando enviamos nuestro
amor (nos sentimos unidos) a la Tierra, ella responde. Nuestro propio cuerpo
está compuesto en un 70 por ciento de agua. Y la superficie de la tierra es
también un 70 por ciento de agua. Hemos visto anteriormente la prueba de que el
agua, lejos de estar inanimada, está realmente viva y responde a nuestros pensamientos
y emociones. Quizá, habiendo visto esto, podamos comenzar a entender realmente
el imponente poder que poseemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones,
para sanarnos a nosotros mismos, así como a nuestro medio ambiente.