EL BÁLSAMO

EL BÁLSAMO
12-339-40 Id a vuestros hermanos como Jesús en el Segundo Tiempo, llevando antes que mi palabra, el bálsamo y, ¿cuál es el bálsamo, oh, discípulos?, ¿acaso el agua de los manantiales bendecida y transformada en medicina para los enfermos? No, pueblo, ese bálsamo de que os hablo está en vuestro corazón, ahí lo he depositado como esencia preciosa y sólo el amor puede abrirlo para que brote como un torrente; cuando queráis derramarlo sobre algún enfermo, no serán vuestras manos las que unjan, sino el espíritu inundado de amor, de caridad y de consuelo, y ahí donde vosotros dirijáis vuestro pensamiento, se derramara el bálsamo y se obrará el prodigio.

Oración para bendecir el agua

Previamente, prepara tu vaso o botella de agua, en una mesa o superficie de apoyo, colócala frente a ti.

1.  Trasciende tu yo mundano, por medio de la respiración abdominal, relaja tu cuerpo y tu mente, pon atención solo a tu respiración, después de varias respiraciones profundas y relajadas, cuando estés en quietud, en el silencio, dialoga con el Padre:

“Señor, quiera tu Espíritu que está dentro de mí, manifestarse a través de mi mente y de mis pensamientos.”

 

 

2. Frota las palmas de tus manos mediante un movimiento circular,

 


3.   Coloca tus manos sobre el agua



El secreto de la oración, es sentir: en profundo agradecimiento, amor y sintiendo que nuestro propósito ya es.  

 

“Padre Celestial: En este momento me unifico a Ti a través del amor de mi corazón, pon en mi boca y en mis palabras las bendiciones de salud, de paz y abundancia para que a través de mis manos, de mi amor y de mi intención, transformes esta agua en bálsamo de curación.”

 

Agrega tu intención y propósito, puede ser por: salud, multiplicación, paz, desalojo y armonización de tu casa, etc. Por ejemplo: por el bienestar, la salud y la abundancia.

 

“Te bendigo agua de vida, de Bienestar, de Salud y Abundancia; te poso el fluido espiritual del amor, la sanación y la multiplicación. Te bendigo y te agradezco elemento agua, porque mitigas mi sed y me das aliento de vida, gracias por el Bienestar, la Salud y la multiplicación, que ya son en mi Ser.”

 

"Que no soy yo, sino el Padre a través de mí, Él es quien hace las cosas."

4.  Bebe el agua, sorbo a sorbo, agradece y bendice el momento.

 

Has hecho la siembra de una semilla, en la buena tierra de la conciencia, vive como hecho consumado lo que has hecho presente, tu confianza es la fe y es el agua con la que riegas la semilla, con serenidad y empeño mantén tu propósito, es el sol que hará germinar tu semilla



Párrafos Selectos del Tercer Testamento

de la Palabra del Divino Maestro 

en el Tercer Tiempo

1-26-50 Discípulos amados: Entregad el bálsamo de curación al enfermo, hacedlo con amor, con verdadera preparación espiritual, para que logréis que el necesitado experimente el consuelo divino.

 

7-204-44 Yo soy la Luz de éste y de todos los mundos, quiero que os vistáis con esa luz. Mi palabra es bálsamo de curación; sanaos con ella escuchándola. ¿Por qué si lleváis a Dios en vosotros, estáis enfermos, sufrís y lloráis? Examinaos a vosotros mismos y corregid cuanto haya que corregir, limpiad todo cuanto haya que limpiar. Yo os dije: “Limpiad el vaso por dentro y por fuera”, o sea que vuestro ser interior armonice en voluntad e inspiración con vuestra parte material o humana.

 

8-214-24 En mi palabra os traigo curación para vuestras dolencias; en vuestra palabra vengo a depositar bálsamo para los enfermos; pero comprended, pueblo, que este bálsamo no es tan sólo para el cuerpo, sino también para el espíritu, no sólo para el que vive en el mundo, también para el que está en espíritu.

 

9-266-72 ¿Queréis sentir en este instante mi bálsamo bañando vuestro cuerpo y vuestro espíritu? Penetrad en oración, elevaos hacia Mí, purificad vuestro corazón y vuestra mente y sentiréis el bálsamo del Doctor de los doctores.

 

12-339-40 Id a vuestros hermanos como Jesús en el Segundo Tiempo, llevando antes que mi palabra, el bálsamo y, ¿cuál es el bálsamo, oh, discípulos?, ¿acaso el agua de los manantiales bendecida y transformada en medicina para los enfermos? No, pueblo, ese bálsamo de que os hablo está en vuestro corazón, ahí lo he depositado como esencia preciosa y sólo el amor puede abrirlo para que brote como un torrente; cuando queráis derramarlo sobre algún enfermo, no serán vuestras manos las que unjan, sino el espíritu inundado de amor, de caridad y de consuelo, y ahí donde vosotros dirijáis vuestro pensamiento, se derramara el bálsamo y se obrará el prodigio.

 

Reflexión

 Cuando estamos en situaciones de prueba, al límite de nuestras fuerzas y de nuestras mentes, como humanidad buscamos salidas más allá de la razón, de la ciencia y la tecnología. Es cuando surgen posibilidades que vienen a dar nuevo aliento a nuestra vida y que vienen del espíritu.

 En nuestra enseñanza, el bálsamo es fundamental en nuestro sistema curativo, queda de manifiesto en este párrafo de la palabra del Maestro:

 “El que siente consideración por su semejante, el que siente el dolor ajeno y el que, pensando en las necesidades de los demás, se olvide de sus propios dolores, ese tiene la semilla, el bálsamo, el sustento; después aprenderá la forma debida de entregar lo que ha recibido y de expresar lo que brote del corazón y del espíritu.”

 

 El bálsamo es luz, esencia de sanación, está en el amor, en la palabra, en la intención; el bálsamo es amor en acción y proviene del espíritu, del Espíritu Uno que se manifiesta en la indivi-dualidad de las almas. Cuando en este proceso de despertar espiritual, nos damos cuenta que la Divina presencia está en nosotros, una profunda reflexión surge desde nuestro interno, trasciende nuestra razón y nos llena de un profundo respeto y amor por la vida, por nosotros y nuestros hermanos. 

  Es cuando trascendemos lo que como una costumbre hemos practicado en nuestros recintos: Recibir y entregar el bálsamo, Ahora ante esta situación de agobio, hay un cambio cualitativo muy significativo; sobreponiéndonos a la prueba, hemos de irradiar la luz de nuestro espíritu, es decir: Es momento de Manifestar y entregar el bálsamo. 

El Agua

  El bálsamo como esencia de sanación está en el amor y las formas en que podemos entregarlo con todas las que provienen de una intención amorosa, sanadora, edificante y de consideración por los demás. Más como vehículo de estos atributos, empleamos el agua.

  ¿Qué resulta tan fascinante en el agua? El agua es desde siempre un símbolo del alma. Se la ha considerado la materia prima de la vida. La vida se ha desarrollado a partir del mar, el feto humano se desarrolla en el líquido amniótico, el cuerpo humano está constituido por un 70 % de agua... Los ejemplos son innumerables.

 El agua, en tanto que sustancia física, presenta ciertas particularidades gracias a las cuales es posible la vida sobre la Tierra. El agua existe en la naturaleza en los tres estados de la materia: En estado sólido, por ejemplo, en forma de hielo, el agua es más ligera que en estado líquido. Sin esta propiedad, en invierno los lagos se helarían desde el fondo hasta la superficie. Pero al constituirse una capa de hielo en la superficie, los seres vivos pueden seguir existiendo bajo su protección. El agua tiene la propiedad de levitar, asciende oponiéndose a la fuerza de la gravedad y así nacen las llamadas aguas artesianas. Todos los manantiales de aguas curativas y muchas fuentes de valiosas aguas minerales son de este tipo. El agua en su estado gaseoso está en las alturas en las nubes y se precipita en forma de lluvia.

 El agua es también río de vida que a través de nuestras venas recorre como sangre todos los rincones de nuestro cuerpo, llevando oxígeno y nutrientes, a los órganos tejidos y células de nuestros cuerpos, también acarreando los desechos de estos.

 

Energía del pensamiento y la palabra en el agua

 El agua es también un excelente vehículo energético. Puede impregnarse de la carga emocional y energética que le transmitimos, por eso, para nosotros, el agua es el vehículo del bálsamo, del amor con propósito de sanación, armonización, multiplicación, bienestar, etc.

  Se muestran las fotografías y comentarios que representan el brillante trabajo del japonés Masaru Emoto, dichas fotografías han sido publicadas en su magnífico libro titulado Los Mensajes del Agua.

A continuación, aparecen algunos otros efectos que Emoto encontró en su investigación: 

1.- Algo interesante fue que se obtuvieron resultados diferentes dependiendo del idioma utilizado. Por ejemplo, la palabra "Thank you" en inglés (ver la foto de la derecha), "Gracias" en castellano, evocó diferentes formaciones cristalinas que la misma palabra en japonés.

2. El agua tomada en fuentes y arroyos limpios de montaña, formó estructuras cristalinas más bellas (ver foto de la izquierda del manantial de Sanbu-Ichi Yusui) en contraste con los cristales deformados y distorsionados formados por las muestras de agua polucionada o estancada.

3.- El agua destilada expuesta a música clásica tomó formas delicadas y simétricas. Foto del agua expuesta a la sinfonía Nº40 en Sol menor de Mozart. (ver fotografía a la izquierda). - Cuando se puso la canción de Elvis Presley "El Hotel de la Tristeza", el resultado fue que los cristales helados se partieron en dos. 

4.- Cuando el agua fue tratada con aceites florales aromáticos, los cristales tendieron a imitar la forma de la flor original. A la derecha aparecen cristales de agua expuestos a esencia aromática de manzanilla. De gran interés para la curación y para el bienestar diario.


5.-Agua expuesta a las palabras Amor-Comprensión

6.- Agua fotografiada tras ser expuesta al mensaje de Amor que 500 personas le enviaron.

Cómo podemos aprender de las asombrosas fotografías de Masaru Emoto, nuestros pensamientos y sentimientos quedan reflejados en el agua, también aquellos pensamientos de fracaso en sí mismos quedan igualmente representados en los objetos físicos a nuestro alrededor. Ahora que somos conscientes de eso, quizá podamos comenzar a darnos cuenta de que, incluso cuando los resultados inmediatos no son visibles a los ojos humanos, ellos están ahí. Cuando amamos nuestros propios cuerpos, ellos responden.

Cuando enviamos nuestro amor (nos sentimos unidos) a la Tierra, ella responde. Nuestro propio cuerpo está compuesto en un 70 por ciento de agua. Y la superficie de la tierra es también un 70 por ciento de agua. Hemos visto anteriormente la prueba de que el agua, lejos de estar inanimada, está realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones. Quizá, habiendo visto esto, podamos comenzar a entender realmente el imponente poder que poseemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones, para sanarnos a nosotros mismos, así como a nuestro medio ambiente.  









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